El gusano loco ya abrió en Atlántida, habrá traído consigo las luces y la gente de las noches de noviembre, de víspera de verano.
Ya bombardean a los niños con películas de navidad, están ya haciendo sus listas ansiosos, pidiéndo una tablet o el celular con los juegos y el whatsapp.
Algunos van de la mano por la calle, unificados en una seguidilla de días jóvenes sin perderse de sus caras ni dividir sus cuerpos.
Yo estoy lejos del centro,mi ruido es otro distinto. Me olvidé de navidad hasta que ví a la niña de frente a la pantalla. Y el amor no aguanta de mi mano una semana.
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