Oremos,
allí el que reina es el cemento,
puro cuerpo descompuesto.
Cementerio,
piedras sobre tierra
que no ha podido saciarse de muerte
encapsulada en ataudes de madera.
Ángeles opacos,
Enmohecidos,
Y mensajes de cariño entre flores que chupan rocío.
Oremos,
El cementerio no es más que un desierto,
donde habitan llantos de los que aún estamos despiertos.
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