martes, 18 de junio de 2019

Plano general.

El sol de hoy enfría:
el agua pasa helada por mi garganta.
Un alma inmortal abre las piernas a contraluz,
la espalda cortada, seca, cicatrizándose aún.
Falsa nieve en Piriápolis,
paisaje espumado.
Vacas atravesando el arroyo Solís chico
y el sol que enfría aun así
superando una ruta sin canciones nuevas
y células que se reproducen ávidas.
A vidas claustrofóbicas
en el medio de un descampado,
sin pantallas, sin cuadros,
corriendo como el agua fría por mi garganta.

En un bus por 8 de Octubre.

Exponemos nuestras caras
para ver si somos deseados.
Propuestas a nadie lanzamos y
llueven miradas
y llueven llamadas.

Degustaciones previas,
de fragmentos de cuerpos
consumibles.
Arreglamos y después vemos
en que casa o en que antro
reescribimos lo predicho.

Prescripciones de extasis,
humo y calor,
para la soledad de estos cuerpos,
que le ponen nombres al amor.

Amordazaos por las
palabras de más,
que nadie tuvo en cuenta,
jugando con las palabras de menos,
ya resueltas.

Piedra Lunar

Está lleno de poemas, está lleno de personas
que son poemas y de gritos.
Personas que defienden 
su corazón asfixiándolo, cubriendolo de papel film
para conservarlo para después.
Corazones de piedra lunar ¿Quién dijo que la piedra
no es atravesada por nada? Si es seguro,
que una de sus cualidades
es la de guardar energía 
y transformarla. Si tengo que tener
un corazón de piedra, 
que sea una piedra lunar, me quedo con el dicho y lo aplico
como tanto me han pedido, pero cambiándole el sentido. Que tapando las entradas 
y enrejando la morada
no es como se espanta
al tan temido dolor. Tanto alambre y tanta queja 
degradan la belleza de tu hábitat, al que siempre le falta
un poco más de color, calor.

Color, calor.