Digo que no creo en ningún Dios pero cuando algun arte llega hasta mi tan rapidamente, tan lejana al pensamiento, juraría que algún Ángel me está susurrando al oido.
Tal vez sea sobredosis de café y no puedo aguantar medio pensamiento sin ponerlo en un papel frágil como mi cuerpo al desdén del tiempo.
miércoles, 26 de abril de 2017
Frenesí.
Medio diente.
¿Medimos la distancia cuando nos tiramos a la pileta?? Tenemos seguro que podemos caer justo en el borde y nunca llegar al agua.
Y nunca más con los dientes partidos mirarnos en algún reflejo bravo. Y vamos buscando el resto del diente que se ha caído para pegarlo con gotita, a fuerza, para poder masticar como antes, con toda la entereza de un autoestima dependiente.
Clase
Quién hace de quien cuando él se fue?? Si te sacan la música de fondo y te ponen en la interperie cruel que la humanidad ha intentado evitar desde el mismisimo momento en que fue puesta en esta tierra.
Fui levantando edificios para treparme al lugar más cercano a mi altaneria, para ocultar la palabra miedo que se asomaba en mi pecho al ritmo de alguna mirada profunda. No todos los días ves la consecuencia de un nombre que viene y que va. Podríamos armar un museo y reemplazar el vacío de un salón de clase que muy pronto tuviste que abandonar.
A gachas.
Se me suben las palabras con un calor àcido que amenaza con llevarme lejos. Salto del acto primero al tercero y no encuentro en ninguno de tus gritos alguna orden que tenga sentido. Sin embargo, trago saliva y empiezo a seguir la sombra alargada que pintas en las aceras de las calles sin nombrar. Beso el tono negro homogéneo que se imprime detrás de tu paso y de vez en cuando levanto la mirada del piso, veo otros colores.
Veo otros colores...
Veo otros colores!!!
Me voy al suelo.
Flash.
Había olor a los cuerpos que empiezan el proceso de descomposición. El viento empezó a levantar las cabezas al cielo y a alguien se le escapó un suspiro apavorido.
Todo en ellos queria huir, los sentimientos corrían con tal rapidez de sus bocas que no había tiempo para pensar nada, para aplicar las leyes de prohibición. Todos se dieron cuenta de que ya no había ropa que les pudiera tapar, la sinceridad inundó el ambiente: no había habitación que aguantara tanto.
Todos, todos los cimientos desaparecieron cuando las realidades dudaron en ese segundo de su propia existencia y me enamoré en ese instante de la humanidad entera.
domingo, 23 de abril de 2017
No la calles.
Aunque otros confiecen tus pecados inocentes, aunque te destierren de cada rincón que se te abra del mundo, aunque te arranquen de las manos que te atreviste a sujetar.
No te callés, no te apagués.
Aunque se diga que tu vida le pertenece a los demás,
No la guardés para mi,
Para nadie, ni siquiera para tu Dios.
Desplegate, liberate, amate y sobre todo: no lo calles.
Aprendizaje
Hay que desarmar dignidades, descontracturar, sonarnos los dedos agarrotados, atrevernos a dejar de lado todo eso que se ha ido transformando en ley. Hay que volver, volver a empezar cada vez, Buscar un aire nuevo en cada viejo caminar.
Sí me canse de decir que no te digo y de llamar al culpable y de evitar el ridiculo. Sí quiero ser la desprolija del paisaje, la que muestra todos los colores desparramados sin lienzo y sin verguenza. Sí me animo a jugar en una realidad menos virtual.
miércoles, 19 de abril de 2017
El mundo por la ventana.
Ya bombardean a los niños con películas de navidad, están ya haciendo sus listas ansiosos, pidiéndo una tablet o el celular con los juegos y el whatsapp.
Algunos van de la mano por la calle, unificados en una seguidilla de días jóvenes sin perderse de sus caras ni dividir sus cuerpos.
Yo estoy lejos del centro,mi ruido es otro distinto. Me olvidé de navidad hasta que ví a la niña de frente a la pantalla. Y el amor no aguanta de mi mano una semana.
Él apareció y me dijo que siempre fue mi culpa la poca vida que llevaba bajo los brazos, juntita al miedo.
Que yo llamé a quienes me sinchaban de las alas hacia abajo y ayudé tirándome con confianza hacia atrás.
Miro esa calle, los escombros, lo miro a él dudándolo por un segundo y vuelvo a escupir la culpa a otros.
Retrocedo unos pasos y me tiro al suelo a mirar mi angosto cielo.
Niebla.
Iría de la mano con mi idea, abrazaría mi creación y me miraría en la ventana del ómnibus sintiéndome poeta.
Atravesaría la niebla amarilla iluminada por los focos de la calle, sin saber que hay en frente, sin notar que existe alguien que no sea yo en mi caminata.
Me hundiría en lo espeso del aire, en el misterio de la siguiente cuadra que luego pisaré.
Abrazaría sin dudas al mundo, a mí, para terminar chocando mis ojos y la luna amarilla que ha decidido salir cuando yo vuelvo a mi llamada casa.
Enloquecería y me dejaría enfriar el cuerpo con la mayor calidez del tiempo, como olvidándome de mi negación al frío, como volviéndolo a vivir con otra piel.
Viviría una y mil veces en esta noche difusa, donde el mundo parecía darme su consentimiento para respirar con valentía.
Con razón.
Yo gasto mi memoria en cualquier cosa: levanto chatarra de la calle, acumulo baratijas y colecciono nombres de gentes que nunca tendré la necesidad de mencionar. Me acuerdo de cada abrazo que me diste y de cada palabra que te olvidaste. Y después me pregunto...
¿Dónde mierda dejé las llaves?
...
Es una mañana rara y se siente en el aire, todo está inconcluso, una nueva vida crece en su vientre.
Hay un mensaje sin responder de una persona que hace mucho no ves...
Todo está perdido, todo esta inconcluso
Y comienzan los comienzos sobre un signo de pregunta
Y los vientos vuelan, vuelan cada una de mis viejas palabras.
La puerta queda abierta como si un extraño hubiera entrado a revolver todo sin dejar rastros.
Ambulante
He llegado a la conclusión, he descubierto que me gusta decir "me gustás", que me gustás porque me gusta verte amar y que cada verso que le dediques a la nada misma será otra excusa para poder decir esa, la frase que más me gusta.
Y es que la verdad yo no sé la verdad... Pero he llegado a la conclusión, he descubierto que me gustás.
Paz.
Estar desnudo ya no es sinónimo de vulnerabilidad.
Quien sepa estar desnudo sin miedo, en alegria y libertad.
Poder llorar sin fijarse quién te mira,
Aunque seas vos misma.
Querer amar y amar,
Perdonar.
Dejar de poner bajo el castigo de la palabra,
Sin miedo a que nadie te diga qué sos.
Sabiendo que no gustamos a todo el mundo y que por algo somos lo que somos.
EL CUERPO QUE SEAS, LA MENTE QUE SEAS, EL ALMA QUE SEAS...
Que no te pese.
Amar porque todos herimos y todos curamos... Hoy, mañana y pasado.
Cuando abrimos los ojos a la mañana pude ver entrar la luz por un rinconcito de la ventana, mientras vos todavía te recuperabas de aquél sueño que te visitó a la madrugada: soñé que soñaba me dijiste y no te pude responder nada. Sueño lo mismo todas las noches cuando miro el techo y las estrellas están tapadas.
Corro y el tiempo se desliza bajo mis pies, mi mente no me alcanza, va muy lejos, pero tan rápido como me detengo el aire se hace espeso y mi mente audaz. Llega el momento donde respiro agitada, mi corazón se desboca y estoy ahí de frente al espejo, hecha un trapo...
Me veo, me escucho...
No pude esperar por siempre, yo misma me termino encontrando para contarme quien soy y quien tengo que ser.
Inapropiado
Me corté las uñas y salí a la calle,
Me adentré en los médanos y deposité mi confianza a unos pocos metros de aquél extraño al que mamá o las noticias me hubieran pedido que evitara.
¿Y que pasó?
Volví a cantar con la garganta descubierta y no caí en cama,
Yendo de regreso, abracé un árbol y el loquero no me esperaba en casa cuando llegué.
Al final pude decir que lo mío era vida y no miedo, por lo menos por ese día.
Desilusión
Todos tenemos un futuro individual, distinto. Cuando llega el momento de "hacerse una vida" nos vamos separando proclamando que así es como tiene que ser.
Y es que todos sueñan hasta tal punto, hasta tal edad. Nunca tanto, nunca más allá. Guardando imposibles para decir "yo pienso" y nunca "yo puedo".
Cualquiera puede ser pesimista, porque es muy fácil quejarse de todo: de la vida, de aquél, del trabajo... Pero es difícil salirse del camino cuando al único lugar al que vamos juntos es a matar los anhelos.
En este mundo, así como lo dejamos, valiente sería el que se tapa los oídos y decide seguir creyendo que se puede cambiar. Y ni hablar del que se quiere a si mismo, pero de verdad, a esos casi nunca los encontrás.